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Como seguramente todos sabéis ya, recientemente el tribunal constitucional ha anulado el impuesto municipal de plusvalía de los bienes inmuebles aduciendo que no puede ser legal imponer al propietario de un inmueble un impuesto sobre una plusvalía cuando en realidad no se ha producido una ganancia económica.
Esto que parece lógico es algo que los propietarios de bienes inmuebles y de naves industriales llevan reclamando durante mucho tiempo, especialmente con la caída de precios que han experimentado los inmuebles con la crisis económica.
Para entendernos fácilmente, el llamado impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos de naturaleza urbana es aplicado por los ayuntamientos independientemente que esos terrenos aumenten su valor o no, es decir, el ayuntamiento hace un cálculo al alza del precio de ese bien y el propietario tiene que pagar sí o sí aunque en realidad su propiedad se haya depreciado.
Obviamente esto es una flagrante injusticia por lo que la sentencia del tribunal constitucional obligará a los municipios a reformar este impuesto de carácter local frente a la esperada avalancha de reclamaciones de los propietarios.
En cuanto a los pasos a seguir por los propietarios a la hora de efectuar estas reclamaciones se recomienda tener en cuenta lo siguiente: